El ladrillo refractario está diseñado para usarse en ambientes de alta temperatura, como una chimenea o un horno. Se fabrican en varios estilos, formas y tamaños para adaptarse a las diferentes aplicaciones. Además, debido a los impresionantes poderes aislantes, este tipo de ladrillo es mucho más caro que la mayoría de las alternativas en el mercado.
Estos son algunos de los principales beneficios de usar el ladrillo refractario:
Excelente aislamiento
Este tipo de ladrillo es la opción más práctica cuando se trata de calor por su carácter aislante. Por ejemplo, el ladrillo refractario utilizado para construir una chimenea es más efectivo para calentar la casa porque no se pierde calor al penetrar los ladrillos circundantes. Además, esto ayuda a mantener la temperatura en el hogar más consistente con cambios menos perceptibles en las condiciones climáticas variables.
Alta resistencia
El ladrillo refractario es significativamente más resistente que los típicos ladrillos a base de arcilla. Estos ladrillos están construidos para resistir el calor extremo. Aunque son mucho más fuertes que las alternativas, son sorprendentemente livianos y fáciles de manejar durante el proceso de construcción.
Fácil almacenamiento
Otra gran cualidad de este tipo de ladrillo es su durabilidad a largo plazo. Durante un gran proyecto de construcción o ampliación, los ladrillos más estándar comienzan a dañarse durante el almacenamiento cuando existen condiciones climáticas cambiantes. Pero, la capacidad de almacenar el ladrillo refractario es un problema menor. Siempre que los ladrillos se mantengan secos, los cambios de temperatura de caliente a frío no tendrán un impacto negativo en estos ladrillos.
Cualquier tamaño y forma
Este ladrillo brinda mucha flexibilidad para personalizar completamente el tamaño y la forma. Los ladrillos a menudo se fabrican en un tamaño específico para que coincidan completamente con el uso previsto.
Alta temperatura
La capacidad para soportar el calor puede variar según la composición del ladrillo. Los ladrillos más efectivos tendrán un contenido de alúmina muy alto que tiene la capacidad de aceptar un rango de temperatura de hasta 1500° Fahrenheit. Sin embargo, no todas las aplicaciones necesitan la mayor cantidad de contenido de alúmina. Los ladrillos con un 80% o más de alúmina son bastante caros, por lo que la opción más práctica es comprar los ladrillos que solo satisfacen las necesidades de un rango de calor específico. Por ejemplo, los ladrillos con 50 % de alúmina todavía tienen la capacidad de aceptar un rango de temperatura de 750 ° a 900 ° Fahrenheit. Además, la concentración más baja de alúmina seguramente significará que los ladrillos son mucho más asequibles.