la razon no se ventila a base de votos

El lugar republicano no podría estar mucho más descontento con Romney y ese descontento se ventila cada día por los medios estadounidenses. Hasta tal punto que en estos instantes Sarah Palin todavía prosigue conminando con formar parte en la contienda electoral, y Donald Trump manda señales anunciando que no desecha ser candidato presidencial toda vez que puede.

Por su lado, Fox News nombra todo el tiempo a Jeff Bush y lo contempla como una viable opción a la carrera por la nominación republicana —ya que sí, el fenómeno de los delfines no es único del Tercer Planeta—. Los triunfadores en la mitad de esta ambigüedad y falta de acompañamiento contundente en Romney son entonces los campos de derecha extrema representados por Santorum y Newt Gingrich.

«En un tiempo de extrema polarización y con la independencia de llevar armas al país, las selecciones se prestan a crueldad y enfrentamientos reales»

Desde hace unos meses estuvieron insistiendo en que una victoria demócrata solo puede suceder a través de estafa, alentando, aun a sus incondicionales, a la crueldad tanto en la supervisión de los centros electorales como después para vencer al estafa. El 26 de septiembre el presidente animó a sus fieles a “ser observadores de la decisión en el momento en que va a votar. Vea todos y cada uno de los hurtos y trucos y latrocinios que cometen (…) pues es la única forma en que tienen la posibilidad de ganar”. Inútil añadir que los demócratas asimismo se organizan para contraatacar al comunicado despliegue de monitores republicanos. Los enfrentamientos y la crueldad a los que se presta todo lo mencionado son muy reales en el tiempo de hoy de extrema polarización y sabiendo la independencia de llevar armas al país.

Es mucho más, en un último esfuerzo por revigorizar su campaña, el fiscal general ha sugerido a los fiscales federales que publiquen sus indagaciones de toda sospecha de estafa antes de las selecciones, rompiendo de este modo con la tradición de no realizar esto con objeto de no entorpecer en el estado de la opinión pública. Para enturbiar aún mucho más las aguas, Barr desea que se publique todo el informe del fiscal John Durham sobre las finalidades políticas que ha podido tener el FBI para comenzar la investigación de la relación de Rusia con la campaña electoral de Trump en el 2016. Por asistirle a su propósito de probar que se trató de una conspiración del estado profundo contra Trump, el directivo de los servicios de sabiduría, John Ratcliffe, ha desclasificado un desordenado conjunto de cientos de documentos.

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